Es, posiblemente, la pluma más empleada para caligrafía y dibujo. Está diseñada a partir de una forma de hoja aguda que termina en una punta fina. Se fabricó con distintas calidades y espesores de acero y se las podía bañar en oro o niquelarlas. Cada marca le dio una su característica particular, algunas como la 516 de D. Leonardt terminan en una pequeña curva que impide que se interrumpa el trazo al trabarse con algunos tipos de papel cuando se la coloca hacia adelante.
Esta pluma también tiene forma de hoja, pero entre el cuerpo y la base lleva dos nervios para impedir que se quiebre. Es más angosta que la cuchara, pero su flexibilidad le otorga características que permiten modular el trazo, tanto en el terreno de la caligrafía como en el del dibujo. Es uno de los modelos más fabricados en el mundo y se las produjo con distintos grados de flexibilidad para soportar la presión ejercida por los diferentes usuarios.
En este tipo de plumas la transición entre la base y el cuello tiene unas nervaduras.
Guarda relación con la pluma cuchara, pero tiene un rebaje en la transición entre la base y el cuerpo. Es una pluma grande y bastante sólida.
Es similar a la pluma cucharita, pero más convexa, profunda y ensanchada, afinándose hacia la punta.
La convexidad de esta pluma está lograda a partir de una arista central y dos lados planos. Conserva la forma de hoja y, en general, es muy flexible.
Su forma es similar a la de la pluma cuchara, pero su cuerpo en lugar de ser convexo, es cóncavo o aplanado. Sus bordes tienen un doblez de casi 90º que le otorgan robustez estructural a pesar de ser muy delgadas. En general, están bañadas en algún metal plateado o cromadas.
Es una pluma plana y puntiaguda en la que la base y el cuerpo están conectados por unas bandas que generan estrías semejantes a una corona.
Esta pluma posee una nervadura central que le confiere una elasticidad especial. Están manufacturadas a partir de una lámina metálica muy delgada.
Es una pluma angosta y muy aguda. Los gavilanes están partidos a dos aguas y debajo llevan una protuberancia que le confiere mayor resistencia. Es rígida y muy utilizada en dibujo.
Esta pluma es de cuerpo fino, describe una curva suave y afilada con la particularidad de que el ojo o respiradero es alargado y dentado y ocupa la mitad del cuerpo.
Es una pluma con forma de media caña, de hombros ensanchados que le confieren esta forma particular.
Tiene un corte recto con forma de media caña y los gavilanes arrancan desde muy atrás, aproximadamente desde la mitad del cuerpo; esto le confiere una gran flexibilidad.
En esta pluma recta y alargada con forma de media caña los gavilanes son más anchos que el cuerpo, más largos y terminan en una punta muy fina.
Esta pluma es de forma similar a la lanza, media caña y alargada. Los gavilanes son más cortos y poseen unos cortes que le otorgan mayor flexibilidad.
Es una pluma de gran tamaño con hombros muy anchos que se adelgazan hacia el talón. Entre los hombros y los gavilanes poseen un corte para conseguir más flexibilidad.
Es una pluma pequeña y de hombros levemente ensanchados. Fue manufacturada por distintas empresas, en general con un acabado gris azulado oscuro por su tratamiento de templado. También las hay de acero sin tratar y niqueladas.
Es de tamaño reducido y cuerpo en forma de media caña. Su punta es plana y permite modular el trazo, grueso en los descendentes y fino en los transversales. En España se la fabricó bronceada o cromada. Se la suele utilizar para letra redonda, letra gótica o para cualquier otra que demande trazos de diferentes grosores.
Es una pluma con forma de media caña, de cuerpo alargado, punta truncada y gavilanes arqueados.
Es una pluma ancha y de punta aguda. El cuerpo conecta con el talón mediante dos nervios con forma de un cuarto de caña. La curvatura de los gavilanes le da el aspecto de pico de halcón. En España se la llama herradura.
Esta pluma tiene forma romboidal y de aristas rectas. Los hombros son más anchos que el talón y los gavilanes planos concluyen en una punta fina. Está fabricada en una aleación de bronce.
La pluma, de flexibilidad nula, tiene una punta plana y recta con un corte diagonal que le proporciona al calígrafo el ángulo adecuado para la escritura, trazos gruesos en los descendentes y finos en los transversales. Su denominación de plumas para letra gótica se popularizó en muchos lugares a pesar de que uno de los principales fabricantes de este tipo de piezas, F. Soennecken de Alemania, las ofrecía como plumas para letra redonda. Casi todas las empresas, inglesas y alemanas, las manufacturaron con números del 1 al 6, con intervalos de medio punto. Como su punta es similar a la de la pluma de ave, también puede ser utilizada para letras uncial, latina y carolingia, entre otras.
Esta pluma consta de dos piezas metálicas; posee una punta redondeada y doblada hacia arriba que produce un trazo uniforme. Se las fabrica en distintos calibres para obtener trazos variados. Fueron diseñadas para cartelería, rotulación de planos y, en la actualidad, son muy utilizadas en la ilustración.
Es una pluma de cuerpo delgado y punta fina. Su cuerpo se curva y los gavilanes quedan en un plano transversal respecto del talón. Es muy utilizada para la escritura de letras inglesa y copperplate.
Esta pluma es similar a la oblicua, pero con un cuerpo más ancho y ligeramente más corto. Los gavilanes son planos y curvos.
Es una pluma que permite trazar dos líneas en forma simultánea porque tiene dos juegos de gavilanes. En algunas variantes los trazos pueden ser de diferente espesor.
Son plumas con un estampado muy ornamentado o que adoptan formas diversas como las de una mano con el índice extendido, las que emulan a la Torre Eiffel o las oblicuas que tienen forma de pato.
Estas plumas para ilustración permiten trazos muy gruesos, las de mayor tamaño pueden alcanzar los 12 mm. Desde el siglo XIX fueron empleadas en la ilustración de libros. Algunas están fabricadas en dos piezas, otras pueden incluir un pequeño depósito para mayor autonomía en el trazo.
La punta de la pluma está cortada de manera inversa, para facilitar la tarea de las personas que escriben con la mano izquierda.
En general se las ofrecía en un conjunto que comprendía plumas con un juego de cinco gavilanes para el trazado del pentagrama y otras, más comunes, para la escritura de las notas musicales.
En la mayoría de los casos son plumas ostentosas por su calidad, por sus cortes y por los colores logrados mediante temples, empavonados o por baños de oro totales o parciales que generan llamativos contrastes. Casi todas las empresas han producido plumas de características conmemorativas o con simbologías religiosas, militares o, simplemente, con motivos decorativos como guardas o imágenes del reino animal o vegetal. Hacia principios del siglo XX proliferaron las que presentaban retratos de personalidades destacadas. Todas estas plumas son muy buscadas por coleccionistas y estudiosos del tema.
Estas plumas han sido diseñadas para trabajos específicos y algunas escapan a la mayoría de las formas de clasificación.
Estas plumas imitan a los cálamos y las plumas de ave. Son más pequeñas que las plumas comunes, su talón es cilíndrico y su cuerpo alargado permite sostenerlas, pero no se pueden colocar en un portaplumas universal por su diámetro reducido.
Estas plumas han sido diseñadas exclusivamente para estilográficas, su tamaño es mucho más pequeño que el de las plumas de inmersión, pero al igual que éstas, poseen diferentes grados de espesor y de flexibilidad. Los metales empleados en su fabricación van desde el oro 14k hasta los mejores aceros, generalmente bañados en oro o cromo.
Son piezas que tienen afilados uno o dos de sus lados. Se utilizan en algunas técnicas de dibujo (achurado) para raspar sobre las capas de tinta y hacer aflorar el blanco o para dibujar sobre papeles con capa negra. También se las utiliza en técnicas de grabado como la xilografía o el linograbado.
Son plumas diseñadas por la firma Pelikan, que solo pueden ser utilizadas con estilográficas de la misma marca. Se cargan por goteo y tienen una gran flexibilidad y precisión. Existen más de 50 modelos, con puntas para diferentes funciones. Se utilizan para dibujo técnico, para trazo lineal, letrógrafos y para caligrafía de trazo regular que responde a normas internacionales. Existen variantes para dibujo artístico, para caligrafía e incluso cuenta con una serie de plumas para zurdos.
Funcionan a partir de un receptáculo con forma de tolva. En la punta tiene un tubo atravesado por una aguja que permite el paso de la tinta de forma gradual. Este sistema es similar al de las estilográficas Tintenkuli o al de las lapiceras tubulares popularizadas por la firma alemana Rotring.
Son plumas de formatos diversos, pero de un tamaño más pequeño que las normales.
Estas plumas son mucho más anchas y largas que las normales. Presentan hombros amplios y largos gavilanes; su talón es similar al de las plumas comunes para poder utilizarlas con portaplumas universales.
Las plumas de vidrio tienen estrías que permiten retener más cantidad de tinta, lo que se traduce en un mejor rendimiento de la carga y en la posibilidad de realizar un mayor número de trazos sin la necesidad de volver a sumergir la pluma. Las estrías pueden ser rectas, retorcidas o semi retorcidas. Aunque el cristal se templa para mejorar su dureza, estas plumas son delicadas y requieren de ciertos cuidados. En las plumas de vidrio el trazo es uniforme y constante. Son instrumentos de una gran belleza, pero no una opción a tener en cuenta entre calígrafos y dibujantes.